Es un método natural para canalizar energía curativa y favorecer la SANACIÓN mediante la imposición de manos. La energía canalizada es universal y sus principales características son el amor incondicional, la armonía y la sanación.
La palabra “Rei” refiere a lo sagrado y la palabra “ki” es la energía del universo. Así la palabra Reiki refiere a la energía sanadora que está detrás de toda vida. Al entrar al cuerpo de una persona esta energía se percibe mediante vibraciones, la intención de la energía es clara y definida llegando hasta la zona donde es requerida, transmutando y trasformando energías de baja frecuencia, efectuando de esta manera un cambio físico, emocional, mental y espiritual.
La energía de Reiki funciona a nivel: físico, mental, emocional y espiritual. Reiki actúa a profundidad yendo a la raíz del problema, permitiendo que la emoción o el patrón de conducta que ha creado el desequilibrio, se manifieste y sea sanado.
Una terapia de Reiki nos ayuda al crecimiento personal y a la expansión de nuestra conciencia. La puede recibir cualquier persona, bebés, niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, estando enfermos o sanos.
En promedio, una terapia de Reiki dura entre hora y media, y dos horas. El terapeuta coloca sus manos en puntos claves del cuerpo del cliente para transmitir la energía, con esto activa su sistema inmunológico, su poder natural de sanación y hace circular la energía vital. El cliente que recibe la terapia tiene una sensación de paz, armonía y relajación.